El paso del Juanambú y la Cañada, fueron hasta unos cuantos años atrás, el paso obligado y principal de cuanta persona se aventuraba a cruzar el camino de los Andes en su trayecto de sur a norte o viceversa. Sebastián de Belalcázar y su legión de conquistadores; Pedro Cieza de León y su “Crónica del Perú”; Fray Juan de Santa Gertrudis con su acopio en “Maravillas de la Naturaleza”; Alejandro Humboldt y su investigación científica; Francisco José de Caldas, el sabio mártir; Antonio Nariño y su ejército independentista; Simón Bolívar y sus tropas libertadoras; José María Obando, José Hilario López, Pedro Alcántara Herrán, Tomás Cipriano de Mosquera, Eduardo André, en fin, fueron tantos que difícilmente alcanzaríamos a nombrarlos en este corto espacio.
Para entender la trascendencia de lo que los Historiadores y estudiosos de la independencia de Colombia, han denominado el TRATADO DE LA CAÑADA DEL JUANAMBU, es vital contextualizar y entender lo que estaba pasando en las provincias de Popayán y Pasto, Ecuador y el Perú (entre 1828 y 1829) y, fundamentalmente, cuál era la situación que en esos momentos estaba viviendo el Libertador Simón Bolívar con referencia a la consolidación de la independencia, la unidad Granadina y el conflicto por el poder que lo estaba acorralando. De igual forma es vital, que se entienda porqué siendo un hecho tan trascendental para los Pastusos, el mismo ha pasado como un suceso sin importancia. Este tratado a no dudarlo, marca la fecha del reconocimiento que hace Bolívar de la autonomía que reclamaban los indómitos habitantes del Sur de Colombia.
El “Tratado de la Cañada del Juanambú” fue un acuerdo negociado, concertado y aprobado en aquel día por Simón Bolívar y los jefes militares del levantamiento en el Sur y otros lugares del país en contra de su dictadura, los generales: José maría Obando y José Hilario López (ambos fueron posteriormente Presidentes de Colombia). Este tratado fue ratificado por Bolívar, el cual lo avala expidiendo un decreto presidencial, una vez que sus comisionados lo firmaron.
Tras la sangrienta pacificación entre 1822 y 1824, entra en escena del Sur y de los Pastusos, el Teniente Coronel José María Obando quien había regresado a la vida civil en 1824 para rehacer su maltrecha economía familiar. En esa época se dedicó a cultivar amistades con la elite pastusa y bogotana, con algunos dirigentes republicanos y con antiguos líderes guerrilleros. En 1825, con el resurgir de la guerrilla Pastusa y Patiana y por su conocimiento de la región, es designado comandante militar del ejército rebelde del Sur.
Como comandante de las milicias de Pasto consigue la colaboración de las mismas, el respaldo de las clases altas y el acatamiento popular. En 1826 Obando tiene las simpatías generales de los habitantes de Pasto. En 1827 es designado gobernador en propiedad, obtiene así el control total sobre el Pasto y el Patía, esa fue su zona tradicional de influencia directa. Las amenazas directas a su poder, por parte de bolivarianos como Mosquera, lo hacen alejarse de las ideas Bolivarianas. La destitución de la gobernación lo lanza a la conspiración apoyado por las huestes santanderistas.
Utilizando sus contactos clientelares y la masonería prepara la rebelión del 13 de Octubre de 1828 contra la dictadura de Bolívar. En la batalla de la Ladera, Obando derrota a Mosquera y se apodera de Popayán. Pero la reacción del ejército de Bolívar y su marcha hacia el Sur; así como los triunfos de Sucre y Flórez en Tarqui (Ecuador), lo obligan a negociar el tratado, logrando una capitulación muy beneficiosa para Obando y su compañero de insurgencia José Hilario López, y en general para el pueblo de Pasto, ya que de esta forma evitó que el ejército de Bolívar nuevamente, tarde que temprano, entrase a sangre y fuego a la ciudad.
Para efectos de una rápida comprensión del tema, nos permitimos que se entiende por Tratado.. Un tratado es un convenio escrito entre dos o más Estados, o entre una nación y una organización internacional, en virtud del cual los signatarios se comprometen a cumplir con determinadas obligaciones. Los tratados son negociados entre los representantes de los estados interesados de conformidad con las instrucciones que reciben de sus gobernantes. En resumen en este tratado (el de La Cañada del Juanambú), se consignan unas condiciones muy benéficas para los Pastusos, principalmente para sus jefes y deja en desventaja a Bolívar, en su condición de Libertador y Presidente; quien pide a Obando que el mismo se mantenga de forma secreta, para preservar su dignidad.
De esta forma Simón Bolívar evito enfrentarse a las Milicias Pastusas y Patianas, que estaban apertrechadas en el Juanambu e impedían que Bolívar se encontrase con Sucre y Flórez que estaban consolidando el proceso independentista en el Sur (Peru y Ecuador). Este hecho histórico poco conocido, está suficientemente documentado en los escritos de: José María Obando, José Hilario López, Tomas Cipriano de Mosquera, José María Córdova, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José María Restrepo y en los libros de Historia y en las Biografías de estos próceres de nuestra historia. En esencia este tratado marca el fin de la autonomía pastusa y el inicio de una “falsa” independencia.