martes, 12 de marzo de 2013

UNA PARTE DE NUESTRA HISTORIA

EL TRATADO DE LA CANADA DEL JUANAMBU (Segunda parte)

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El paso del Juanambú y La Cañada.
Continuando con la explicación de este importante tema, se expondrá el contexto social y político en el cual se presenta la firma del TRATADO DE LA CAÑADA DEL JUANAMBU el 3 de Marzo de 1829 y sus consecuencias hasta nuestros días, en especial la del reconocimiento por Bolívar de la Autonomía de siglos que le corresponde a la entonces Provincia o Comarca de Pasto, comprendida entre Timbío (hoy Cauca) y el Municipio de Yacuanquer al Sur incluyendo el amplio territorio Amazónico hacia el Oriente.
En agosto de 1825 termina la lucha armada de los grupos indígenas que sublevara el Teniente Coronel Benito Boves y su discurso populista en Octubre de 1822 y a la cual Sergio Elías Ortiz, de modo excesivo, le otorgó una dirección militar a Juan Agustín Agualongo, lo que no es verosímil, ya que, en la fecha arriba citada, la última partida de campesinos sublevados contra los intereses latifundistas de los republicanos, se componía de habitantes de la Provincia de los Pastos con sus ejes en Sapuyes y en Funes y con la dirección de los hermanos Benavides.
Al asumir Obando la Gobernación de Pasto hay que tener en cuenta su actitud populista y su cercanía a la elite y los milicianos de Pasto (que en ningún momento fueron realistas después del acuerdo con Bolívar en Junio de 1822) por haber sido el tercer comandante en importancia durante las guerras autonomistas desde 1818, política esta que lo levanta como caudillo unitario de la ciudad y del campo, al simpatizar con las demandas de los indígenas que precisamente eran la causa de la guerra civil que Boves muy hábilmente agitara.
Acuarela de la Tarabita del Juanambú (Siglo XIX)
El 27 de Agosto de 1828 en una especie de Cabildo Abierto en Bogotá los amigos de Bolívar lo proclaman dictador de la Gran Colombia y el 15 de Octubre del mismo año, después, de suspender los Concejos Municipales, comete el grave error de imponer una contribución personal de tres pesos y medio a los indígenas del país diciendo que con ello se reemplazaba el tributo de tipo colonial.
En ese tiempo el Perú, aprovechando la amplia oposición a dicha dictadura invade el actual Ecuador y, a su vez, los Generales José María Obando y José Hilario López se sublevan en Pasto con un programa político que por reclamar las libertades públicas y la lealtad a la constitución de Cúcuta ( 1821) ciertamente aparece como el primer ideario Liberal en la historia de Colombia y sustentado, con armas en la mano, por el primer partido en su género que es de carácter populista como bien lo señala Obando, en una carta a López del 11 de Febrero de 1828, en la cual le anuncia que el 13 deben estar presentes los dos en un Cabildo Abierto en Pasto, porque “todos arden, es el momento de asegurar bien la opinión pública… y hasta los indios deben venir a deliberar”.
Sin duda este es el inicio del liberalismo colombiano pese a que la historiografía oficial y hasta escritores como Liévano Aguirre o Gerardo Molino poco estudiosos de la documentación de la época, lo hayan pasado por alto, pues solamente les interesaba defender unas tesis políticas personales.
La rebelión de Pasto y del Sur se radicaliza a finales de 1828 con fuerte apoyo de líderes descontentos con el Bolivianismo en otras regiones de la Nueva Granada, alimentando también las disidencias que en Caracas y en Quito, fragmentarían luego la ilusión Gran colombiana. Solamente con la derrota del ejército Peruano en el Portete deTarquí lograda por los aciertos tácticos de Juan José Flores, esta situación cambió radicalmente y Bolívar puede continuar su marcha al sur pasando por Pasto fruto del tratado de La Cañada.
Mapa que utilizaba Bolivar para intentar pasar el Juanambú, alli se puede detallar la Cañada y otros sitios de interés.
La importancia entonces del Tratado de la Cañada del Juanambú (3 de marzo de 1829), radica en que en él se reconoce, la importancia estratégica de doblegar por la vía de la negociación, a los Pastusos y Patinaos; para integrar a la Gran Colombia a las provincias del Sur; pero este propósito siempre se estrellaba inexorablemente una y otra vez, contra las condiciones abruptas del Cañón del Juanambú, el valor de sus gentes y sus conceptos de autonomía; estos de forma inteligente conocían su territorio y esperaban parapetados en las montañas y pasos de río, los embates de los invasores. Bolívar ya había sido derrotado por los Pastusos (en Bomboná) y era consiente que no podía correr el riesgo de ser vencido otra vez, cuando estaba a punto de consolidar toda su labor en el proceso de independencia.
Bolívar cuando aprueba la negociación y posterior firma del tratado de la Cañada del Juanambú, (finales de Febrero y primeros días de marzo de 1829) desconocía por completo el resultado de las Batallas en el sur que estaban librando el Mariscal Sucre y Flores contra Lamar. En esos mismos días que se adelantaban las negociaciones del tratado, llegan las noticias del triunfo de los ejércitos libertadores en Tarquí (Ecuador) a oídos de Obando y José Hilario López (los primeros días de Marzo de 1829), estos astutamente ocultan y utilizan esta información, para obtener los máximos beneficios para ellos y evitar mayores desgracias para Pasto y sus pobladores
Pintura de la Batalla del Portete de Tarqui.
Con la derrota de los Realistas en el Portete del Tarqui; como ya se expresó cambia la situación de ventaja estratégica para la Milicia Pastusa, al mando de Obando y López; puesto que ahora tenían que cubrir dos flancos de batalla; para lo cual no estaban preparados, ni con armas, ni gente, ni recursos y quedarían en la mitad de dos ejércitos, que avanzarían desde el Norte (Bolívar) y el Sur (Sucre y Flórez). En esta circunstancia, las dos partes aceleran las discusiones y comunicaciones para el finiquito de tratado. En esencia este documento, es una capitulación necesaria, que daba a los Pastusos todas las ventajas deseables en ese contexto. Fue un armisticio o alto al fuego, en el cual el Libertador concede, todo tipo de prebendas a los Jefes de los Pastusos, con el único propósito de que le permitan al ejército Libertador pasar por Pasto en su tránsito hacia el Sur.
La Loma de Nariño en la Cañada del Juanambú
En sus principales componentes el Tratado de la Cañada es excesivamente generoso por parte de Bolívar y por ello se asemeja al que se firmó en Berruecos en 6 de Junio de 1822, con el fin de poder entrar a Pasto con cierto aire de victoria. Se destacan los artículos sobre perdón y olvido totales y la libertad inmediata para los prisioneros de guerra; la suspensión de cualquier clase contribución ordinario o extraordinaria al fisco nacional, con lo cual se cumple la reivindicación de los indígenas del sur que buscaban abolir la mencionada contribución personal instituida por la dictadura; al mismo tiempo “todo auxilio que se exija a dicha provincia (Pasto) será indemnizado por su justo valor”, además el Gobierno premiará conforme a su méritos a los jefes y oficiales que sirven actualmente en la Provincia de Pasto.
Pero los artículos más interesantes en lo político son los relacionados con la decisión Bolivariana dejar en manos de los insurrectos todas las armas y municiones que tenían y a disposición de su comandante, es decir del Coronel José María Obando quién fue ascendido al grado de General; de igual forma es importante el artículo que habla de que se admitirán en la casa de la moneda de Popayán, el pago y el reconocimiento de las emitidas por su similar en Pasto.
Luego de firmado el decreto presidencial que refrenda el tratado, Bolívar solicita total confidencialidad del mismo, a las Milicias Pastusas al mando de José María Obando y José Hilario López. Estas a su vez, le permiten el paso y lo escoltan hacia Pasto, donde entra el 8 de marzo de 1828. Bolívar tiene que aceptar que puede entrar a la ciudad, escoltado por los Pastusos y sin su guardia personal. Por más de tres horas permaneció el Libertador a merced de los Pastusos, puesto que en ese tiempo solo lo acompañaban ayudantes y asistentes. Luego ya llega su ejército y se cambia la guardia.
Panorámica de Berruecos escenario de dos tratados de Paz (1822 y 1829)
Ya en Pasto el 9 de marzo de 1829, Bolívar se entera de la victoria de Sucre en el sur y le ataca un arranque de alegría y pregunta a Obando y López, si ellos conocían la noticia, a lo que estos socarronamente contestan que no, Bolívar entonces los halaga y agradece su gallardía. Y como dice José Hilario López en sus memorias les solicita nuevamente que el tratado no se conozca y expone sus razones:
“Pero ruego a ustedes no den publicidad al tratado de La Cañada, porque, repito, mi autoridad quedaría menguada, y en este estado no tendremos patria, no tendremos libertad”. Nosotros ofrecimos, y lo cumplimos, durante la vida del general Bolívar, no dar a la prensa aquel documento, y si en Maracaibo se publicó por primera vez, sin duda fue mandada copia por alguno de los que estaban cerca del Dictador”
La versión del General José María Córdoba, sobre este suceso es muy importante puesto que el venía con el Libertador Simón Bolívar en su paso hacia el Sur y estaba al tanto del tratado y de las negociaciones. La descripción de los hechos están escritas en cartas, que el remitía desde el lugar de los acontecimientos, las mismas que han sido recogidas por historiadores importantes, como Pilar Moreno de Ángel. El General José María Córdova, le escribe al cónsul británico, James Henderson (5 de marzo de 1829) desde el cuartel General ubicado en Berruecos, en ella le informa, la firma del tratado y lo que eso significa para el ejército libertador, en su empeño de viajar al Perú para apoyar a Sucre y Flórez en su batalla contra el ejército realista.
Pintura de José María Cordova
El texto es el siguiente:
“Hoy hemos compuesto nuestra contienda con Pasto; Obando, sus tropas y la Provincia de Pasto se han sometido en virtud del adjunto convenio que se presenta al público por la dignidad del gobierno en forma de decreto; este decreto y carta todo encargo a Vmd, la mayor reserva. Hemos ganado un inmenso triunfo en haber compuesto esto por tratados; por la fuerza nos hubiera costado mucha sangre, sacrificios y tiempo, que es lo que más necesitamos, para volar a salvar el sur…..”
Las cartas completas y el decreto que contiene el convenio de las partes que envió Córdova al Cónsul Henderson, pueden consultarse en el Public Record Office en Gran Bretaña, con los códigos: 18 357/7 y el 357/8 X/J. 2914. Estas comunicaciones son la prueba fehaciente de que el tratado si se negoció y se firmó por las partes beligerantes. De igual forma es un testimonio contundente que fue el General José María Córdova, quién lo hizo público, a pesar de la reserva que solicitó Bolívar para manejar el tema.
Imagen del Cónsul Inglés. James Henderson
Para completar esta visión del Tratado y evitar sesgos a la hora de interpretar la trascendencia de este hecho, nos permitimos exponer la visión de JHON LINCH, Historiador Inglés en su libro Simón Bolívar, este narra magistralmente los momentos previos al Tratado y los sentimientos que embargaban a Bolívar, en esos momentos, los cuales nos permitimos transcribir textualmente:
“Ansioso por avanzar hacia el Perú y deseando no tener que repetir los castigos de 1822, Bolívar decidió negociar con el rebelde Obando. Mediante dos sacerdotes presentó una oferta de amnistía a los rebeldes que depusieran las armas, mientras Obando envió a dos comisionados para que representaran sus puntos de vista. Al final, uno y otro se encontraron el 2 de Marzo en el puente sobre el Rio Mayo, cerca de Berruecos. Bolívar asumió el riesgo de acudir sin sus propias tropas, confió en las buena intenciones de Obando y cabalgo con el durante la noche. Eran la cierva junto a la Pantera pero, en última instancia, el Libertador mantuvo la sangre fría y ambos llegaron a un acuerdo.
“ El 9 de Marzo informó a Urdaneta: Por fin entramos en Pasto y no mal recibidos por el pueblo y por Obando, este último será un buen amigo con el tiempo, según toda la muestras que no está dando. La realidad era bastante diferente, Obando acepto las condiciones de Bolívar, que quería pasar seguros por Popayán y Pasto y avanzar hacia el Sur a través de Ecuador pero sin un precio; su promoción al rango de General y que se eximiera de del reclutamiento a Pasto durante un año. Bolívar se enteraría después de la Victoria de Sucre sobre los peruanos en Tarqui y comprendería que había concedido demasiado….”
Cuadro de Manuel Estrada. “Bolívar en Pasto”
Las consecuencias políticas de este arreglo llegan hasta nuestros días porque se trata de un triunfo político, más que militar de una sublevación popular, constitucionalista y liberal (Obando y López pertenecían a la Logia del General Santander) y, ante todo, porque Bolívar percibió que había que respetar el AUTONOMISMO DE LOS PASTUSOS en la medida en que era su punto principal de defensa durante los largos años de la guerra contra la Republica y contra el mismo en Bomboná, es decir que, al contrario a lo afirmado por Sañudo en este punto, el líder caraqueño sí comprendió la actitud política de los pastusos expresada con ardentía desde 1809 hasta 1829.
Placa de Berruecos como Monumento Naciona

 El texto anterior es tomado de:  http://www.isidorohistoria.com/historia/?p=1638

La Cañada en La Historia


La Cañada del Juanambu y la Loma de Nariño, escenarios de historia regional
El 3 de Marzo de 1829 se firmó en “La Cañada del Juanambú” un documento muy importante para el destino de la región sur de Colombia y para el proceso de la independencia de la nueva república. (La Cañada se ubica en el municipio de Arboleda (Berruecos) y se encuentra a un costado del Rio Juanambú, el cual separa a los municipios de Buesaco y Arboleda. Históricamente el río Juanambú, se registra en el libro Capitular del Cabildo de Quito como el “río Caliente…” y la denominación de Juanambú posiblemente se deriva del nombre del cacique Juan Anbu quién debió ser habitante de esa comarca, cuando entraron los españoles desde 1535.
El paso del Juanambú y la Cañada, fueron hasta unos cuantos años atrás, el paso obligado y principal de cuanta persona se aventuraba a cruzar el camino de los Andes en su trayecto de sur a norte o viceversa. Sebastián de Belalcázar y su legión de conquistadores; Pedro Cieza de León y su “Crónica del Perú”; Fray Juan de Santa Gertrudis con su acopio en “Maravillas de la Naturaleza”; Alejandro Humboldt y su investigación científica; Francisco José de Caldas, el sabio mártir; Antonio Nariño y su ejército independentista; Simón Bolívar y sus tropas libertadoras; José María Obando, José Hilario López, Pedro Alcántara Herrán, Tomás Cipriano de Mosquera, Eduardo André, en fin, fueron tantos que difícilmente alcanzaríamos a nombrarlos en este corto espacio.
Escuela de la Cañada en Arboleda (Berruecos), 

cerca de este sitio se firmo el Tratado de la Cañada del Juanambú.
Para entender la trascendencia de lo que los Historiadores y estudiosos de la independencia de Colombia, han denominado el TRATADO DE LA CAÑADA DEL JUANAMBU, es vital contextualizar y entender lo que estaba pasando en las provincias de Popayán y Pasto, Ecuador y el Perú (entre 1828 y 1829) y, fundamentalmente, cuál era la situación que en esos momentos estaba viviendo el Libertador Simón Bolívar con referencia a la consolidación de la independencia, la unidad Granadina y el conflicto por el poder que lo estaba acorralando. De igual forma es vital, que se entienda porqué siendo un hecho tan trascendental para los Pastusos, el mismo ha pasado como un suceso sin importancia. Este tratado a no dudarlo, marca la fecha del reconocimiento que hace Bolívar de la autonomía que reclamaban los indómitos habitantes del Sur de Colombia.
Pintura de Simón Bolívar
El “Tratado de la Cañada del Juanambú” fue un acuerdo negociado, concertado y aprobado en aquel día por Simón Bolívar y los jefes militares del levantamiento en el Sur y otros lugares del país en contra de su dictadura, los generales: José maría Obando y José Hilario López (ambos fueron posteriormente Presidentes de Colombia). Este tratado fue ratificado por Bolívar, el cual lo avala expidiendo un decreto presidencial, una vez que sus comisionados lo firmaron.
Tras la sangrienta pacificación entre 1822 y 1824, entra en escena del Sur y de los Pastusos, el Teniente Coronel José María Obando quien había regresado a la vida civil en 1824 para rehacer su maltrecha economía familiar. En esa época se dedicó a cultivar amistades con la elite pastusa y bogotana, con algunos dirigentes republicanos y con antiguos líderes guerrilleros. En 1825, con el resurgir de la guerrilla Pastusa y Patiana y por su conocimiento de la región, es designado comandante militar del ejército rebelde del Sur.
General José María Obando, quien a nombre del pueblo de Pasto firma el Tratado de la Cañada del Juanambú, años mas tarde Obando sería Presidente de Colombia.
Como comandante de las milicias de Pasto consigue la colaboración de las mismas, el respaldo de las clases altas y el acatamiento popular. En 1826 Obando tiene las simpatías generales de los habitantes de Pasto. En 1827 es designado gobernador en propiedad, obtiene así el control total sobre el Pasto y el Patía, esa fue su zona tradicional de influencia directa. Las amenazas directas a su poder, por parte de bolivarianos como Mosquera, lo hacen alejarse de las ideas Bolivarianas. La destitución de la gobernación lo lanza a la conspiración apoyado por las huestes santanderistas.
Utilizando sus contactos clientelares y la masonería prepara la rebelión del 13 de Octubre de 1828 contra la dictadura de Bolívar. En la batalla de la Ladera, Obando derrota a Mosquera y se apodera de Popayán. Pero la reacción del ejército de Bolívar y su marcha hacia el Sur; así como los triunfos de Sucre y Flórez en Tarqui (Ecuador), lo obligan a negociar el tratado, logrando una capitulación muy beneficiosa para Obando y su compañero de insurgencia José Hilario López, y en general para el pueblo de Pasto, ya que de esta forma evitó que el ejército de Bolívar nuevamente, tarde que temprano, entrase a sangre y fuego a la ciudad.
José Hilario López, firmó con Obando el Tratado a nombre del pueblo Pastuso, también fue Presidente de Colombia.
Para efectos de una rápida comprensión del tema, nos permitimos que se entiende por Tratado.. Un tratado es un convenio escrito entre dos o más Estados, o entre una nación y una organización internacional, en virtud del cual los signatarios se comprometen a cumplir con determinadas obligaciones. Los tratados son negociados entre los representantes de los estados interesados de conformidad con las instrucciones que reciben de sus gobernantes. En resumen en este tratado (el de La Cañada del Juanambú), se consignan unas condiciones muy benéficas para los Pastusos, principalmente para sus jefes y deja en desventaja a Bolívar, en su condición de Libertador y Presidente; quien pide a Obando que el mismo se mantenga de forma secreta, para preservar su dignidad.
De esta forma Simón Bolívar evito enfrentarse a las Milicias Pastusas y Patianas, que estaban apertrechadas en el Juanambu e impedían que Bolívar se encontrase con Sucre y Flórez que estaban consolidando el proceso independentista en el Sur (Peru y Ecuador). Este hecho histórico poco conocido, está suficientemente documentado en los escritos de: José María Obando, José Hilario López, Tomas Cipriano de Mosquera, José María Córdova, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José María Restrepo y en los libros de Historia y en las Biografías de estos próceres de nuestra historia. En esencia este tratado marca el fin de la autonomía pastusa y el inicio de una “falsa” independencia.
Mapa Militar que marcan los caminos de la Independencia en el Sur de Colombia

el anterior texto fue extarido de:http://www.isidorohistoria.com/historia/?p=1638




viernes, 1 de marzo de 2013

Entrevista al Senador Jorge Enrrique Robledo.

Siga los twitter del senador Jorge Enrique Robledo en http://twitter.com/#!/JERobledo

 

“Santos, deje la soberbia y hable con los cafeteros”
Entrevista de Semana.com al senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, febrero 27 de 2013
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En el segundo día del paro cafetero, que ha llevado a las calles a más de 50.000 caficultores en varias regiones del país, el senador del Polo Jorge Enrique Robledo, quien lleva más de un año denunciando la crisis cafetera en el Gobierno, le pide al presidente Juan Manuel Santos sentarse de forma in mediata con los caficultores.

Semana.com: ¿Es injusto el paro cafetero, como lo dice el Gobierno?

Jorge Robledo: Que campesinos, indígenas, empresarios, con un respaldo ciudadano inmenso de comerciantes, transportadores, concejales, diputados, alcaldes, salgan a hacer una protesta es porque hay una crisis supremamente grave. Eso de pararse en una carretera al sol y al agua a desafiar al Estado es una cosa muy dura. Es una idiotez intentar negar la gravedad de lo que está pasando.

Semana.com: ¿Por qué protestan los caficultores?

J. R.: El movimiento por la Dignidad Cafetera, del cual yo no hago parte porque no soy cafetero ni dirigente gremial, reclama una solución cierta a su principal problema: el endeudamiento. Hoy los cafeteros no son capaces de pagar sus deudas. La fórmula que les da el Gobierno es una refinanciación que lo único que hace es alargar la agonía y el momento de perder las tierras porque no son capaces de pagarlas. El segundo reclamo es un precio interno remunerativo. En este momento la diferencia que hay entre el costo de producción y el precio de venta es demasiado alta. Mientras más café producen, más plata pierden. Reclaman que el Gobierno les transfiera recursos.

Semana.com: ¿Desde cuándo viene esta crisis?

J. R.: Desde hace rato. Este mismo movimiento Dignidad Cafetera llenó la plaza de Bolívar de Manizales en agosto del año pasado con 30.000 personas. Le enviaron una carta al presidente Santos y nunca hubo respuesta. En octubre hicieron unas jornadas de reclamo desde distintos sitios de Colombia. En noviembre vinieron a Bogotá y se manifestaron en la sede de la Federación de Cafeteros. Y como no los atendieron, hace varias semanas decretaron el paro. El Gobierno sólo dijo que se reunía con ellos 24 horas para comenzar el paro, con el claro propósito de sabotearles la propuesta y sin la voluntad de resolver los problemas.

Semana.com: ¿Cómo ha manejado el Gobierno esta crisis cafetera?

J. R.: De la peor manera. Las medidas que han tomado son insuficientes y las anuncia con una actitud soberbia y despótica frente al reclamo. Los caficultores deciden hacer el paro y el Gobierno dice que ese no es un paro de caficultores sino de cualquier tipo de indeseables. En el primer día de la protesta la respuesta fue reprimirlos ferozmente y lo que hace es anunciar que no conversará con ellos. Es la soberbia de un gobierno que no sólo los maltrata porque es el gobierno el que crea las condiciones económicas del país, sino además los trata como si fueran unos parias.

Semana.com: Santos anunció una constituyente cafetera ¿Qué es eso?

J. R.: Es una especie de chiste cruel. Es como el bombero que llega a la casa en llamas y en lugar de apagar el incendio dice que hará un estudio para ver qué se hace. Es obvio que esa constituyente cafetera, cualquier determinación que adopte, se producirá dentro de un año y mientras tanto la casa de los cafeteros está en llamas. Santos está haciendo demagogia para confundir a los colombianos que no entienden qué es lo que pasa.

Semana.com: ¿Qué consecuencias tendrá este paro?

J. R.: Hay un desenfoque muy grande. El Gobierno ve esto como una crisis sectorial y esto es una crisis nacional. Estamos hablando de 560.000 familias propietarias, de un número similar de obreros agrícolas. El café es primer empleador rural de Colombia. Estamos hablando de la economía de 600 municipios en los cuales cafeteros, comerciantes, transportadores, todos, absolutamente todos viven del café. Permitir que el café se siga hundiendo sería un error histórico, le haría un daño enorme al país.

Semana.com: ¿La crisis cafetera es originada por los tratados de libre comercio?

J. R.: La primera víctima del libre comercio es el café, eso lo expliqué cuando se rompió el pacto internacional de cuotas que significó que el mercado mundial pasó a ser controlado por los compradores y deprimieron los precios. Pero además es verdad que otros países como Brasil y Vietnam han podido enfrentar esas nuevas condiciones de forma satisfactoria. Aquí hay un problema de pésimas decisiones internas imputables a todos los gobiernos y a la cúpula de la Federación de Cafeteros. Gobiernos y cúpulas en las cuales han estado durante muchos años el presidente Santos y el ministro Juan Camilo Restrepo. Colombia está importando el café de consumo nacional. Si uno hubiera dicho esto hace 20 años, se lo habrían llevado al manicomio. Pero hoy Colombia no es capaz de producir el café que está en condiciones de vender.

Semana.com: Si usted fuera presidente, ¿cómo resolvería esta crisis?

J. R.: Hay que ajustar el precio de forma urgente. Hice una reunión con 30 de los principales cafeteros de Caldas. Ellos tienen cafetales perfectos, tierras perfectas, abonos perfectos y están perdiendo plata. Si eso les pasa a los grandes productores, imagínese lo que le pasa al resto. La cosa es tan absurda, que mientras más producen, más plata pierden. Hay un problema de créditos que tiene caída la producción. No es posible aumentar la producción si no hay mejores precios que permitan abonar y renovar los cafetales. Aquí hay una revaluación del 40 %, los cafeteros han perdido billones de pesos por culpa de la incapacidad del Estado colombiano. Los cafeteros dicen no estamos pidiendo limosna, estamos reclamando derechos. Si en Colombia no hubiera el fenómeno de revaluación en el que estamos, no estaríamos hablando de este problema.

Semana.com: ¿Por qué cree que el Estado colombiano ha abandonado a los productores del principal producto agrícola de Colombia?

J. R.: No es solo al café. Este paro es cafetero y cacaotero. Hace 15 días eran los arroceros, hubo movilizaciones en las calles de Sucre y Córdoba de algodoneros y maiceros. Los ganaderos también están protestando. Hay un problema de modelo económico, el que está estableciendo este Gobierno es un modelo minero. La teoría que ellos tienen es que si uno tiene minería, puede no tener agro, usted con la minería consigue los dólares para pagar los importadores y todo lo que sea necesario. También se perjudica la industria. En Colombia se ha impuesto un modelo económico contra la producción industrial y agropecuaria. Eso explica el desdén y la soberbia de este gobierno, que dice que si quiebran la industria y el agro, pues que se quiebren, para eso tenemos la minería. Esa es la lógica de Santos.

Semana.com: Lo señalan de estar motivando el paro. ¿Qué responde?

J. R.: Esas son las boberías con las que se sabotean las justas protestas sociales. En Colombia nunca ha habido una protesta social justa según los gobiernos, siempre se inventan alguna cosa que las satanice. Este movimiento se explica por una crisis profunda que empezó en 1990, sólo que se ha agravado en los últimos tiempos. Yo expresé mi solidaridad con el paro, es mi deber. El santismo me estigmatiza, pero eso es un asunto menor.

Semana.com: Con este paro Uribe y usted terminaron coincidiendo…

J. R.: Las opiniones deben coincidir con la verdad y la justicia de ese paro. Si es el expresidente Uribe el que asume ese punto de vista, pues muy bueno y me parece que tiene razón. Yo no soy un sectario en política. Yo me oriento para buscar la razón de las cosas. No me produce ni frío ni calor coincidir con Uribe. Es evidente que los santistas se valen de eso para dimensionarlo. Pura politiquería.

Semana.com: Como van las cosas, ¿cree que el paro va para largo?

J. R.: Yo quisiera que no. Quisiera que el Gobierno se sentara con estos compatriotas y los atendiera. Pero si no le dan soluciones, la gente tiene derecho tomar ese tipo de decisiones. Aprovecho a decirle al Gobierno a que le baje un tris a la soberbia y se siente con los cafeteros.

Semana.com: El ministro de Agricultura ya dijo que sólo hablará con la Federación de Cafeteros. ¿Esa entidad está de lado de los cafeteros?

J. R.: Los está representando bien mal. Tan mal los ha representado, que ha tenido a Juan Camilo Restrepo ahí como diez años sentado en la silla. Este país es de contrastes increíbles. El café, que es el producto insignia, se está hundiendo, y el ministro de Agricultura es uno de los culpables del hundimiento, como ministro y como alto directivo de la Federación de Cafeteros.

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Paro Cafetero "Una Cruda Realidad"

Desde le dia lunes 25 de fbrero se dio inicio al paro cafetero en colombia,la crisis de este sector toco fondo puesto que por un lado los insumos son costosos y por otro el prececio desendio hasta llegar los 3.500 pesos.
campesinos de nuestro municipio se encuentrar formando parte activa en este paro y hoy en horas de la mañana se tomaron la via al norte en el punto la Honda,alli participan personas del sector oriente del municipio de Arboleda y San Jose de Alban.

La lucha es mas que justa del campesinado cafetero,pero el gobierno se hace de oidos sordos y enves de escuchar el clamor de los cafetros los reprime con el escuadron antidisturbios.los cuales estan atentando contra los derechos de los ciudadanos en colombia.

El estado se esta volviendo opresor y segun el presidente Santos "no tolera las Marchas" entonces mi pregunta ¿sera que este señor vendra a preguntar que hace falta en el sector rural donde nos encontramos?
Nunca lo veremos ...ojala los campesinos no olviden a este mal gobierno y le cobren este sufrimiento en la urna electoral..


 (Las imagenes Bajadas de la web.)
En estas caras humildes,que han soportado infames gobiernos se ve reflejado la inocencia,honestidad y paciencia.

Viva el paro Cafetero.......